viernes, 15 de enero de 2016

EL FALLECIMIENTO DE "LIMEÑO" EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN





miércoles, 9 de diciembre de 2009


José Martínez "Limeño"

José Martínez AhumadaLimeño nace en Sanlúcar de Barrameda el 19 de septiembre de 1936, como curiosidad diremos que nació en el matadero municipal, donde hoy está la bodega Caydsa, al ser su abuelo paterno trabajador y casero del mismo.
Mamo el toreo desde pequeño porque su padre fue novillero y su madre una gran aficionada, vistiéndose por primera vez de torero a los trece años, aunque ya había toreado antes de traje corto.
Ya como novillero tuvo grandes triunfos consiguiendo salir a hombros de la plaza de toros de Madrid el 12 de julio de 1959.

Tomó la alternativa en la Real Maestranza deSevilla el 29 de junio de 1960 de manos de Jaime Ostos, que le cedió la lidia del toro Granujillo de Galache, al que le cortó la única oreja de la tarde, siendo el testigo Curro Romero. La confirmó enMadrid el 24 de mayo de 1962, con toros dePérez de San Fernando, el 24 de mayo de 1962, siendo el padrino de la misma Diego Puerta y testigo Paco Camino.

Le definen como torero sobrio y elegante, de poderío, técnica y gran valor, fue idolatrado en Sevilla, donde cosechó los mayores triunfos, viviendo grandes tardes de gloria con la ganadería de Miura, toros en los que se convirtió en un verdadero especialista, consiguiendo salir por la puerta del Príncipe tres años consecutivos, 1968, 1969 y 1970, año en que corto cuatro orejas, valiéndole también conseguir esos tres años la Oreja de Oro, el galardón de triunfador de la Feria de Abril de Sevilla.

Limeño se retiró de los toros el año 1971, aunque volvió a reaparecer más tarde dando la alternativa en El Puerto de Santa María a otro torero sanlúqueño El Mangui, el 16 de agosto de 1980, junto a Palomo Linares, retirándose definitivamente ese mismo año, aunque nunca se apartó del mundo del toro vinculándose al mismo al convertirse en empresario de algunas plazas junto a Simón Casas.
El año 185, al cumplirse el 25 aniversario de su alternativa se colocó delante de la Plaza de Toros del Pino, enSanlúcar de Barrameda, un busto de bronce que había sido esculpido por la artista María José Gómez Santiago.


1 comentario:

Anónimo dijo...
En bonanza,en un bar, hay colgadas fotos de un hermano de este señor que por desgracia no llego a ser figura del toreo. Y de limeño, en youtube hay un video de una tienta en la actualidad, merece

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sombra

FALLECE EL TORERO SANLUQUEÑO JOSÉ MARTÍNEZ AHUMADA “LIMEÑO”

Fallece José Martínez Ahumada, “Limeño”, a sus 79 años de edad y tras una larga enfermedad, Limeño, torero muy respetado por la tauromaquia nacional nos deja, nos sumamos a las muestras de dolor de sus familiares y amigos.



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José Martínez Ahumada “Limeño” ha fallecido en la mañana de hoy viernes.


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El maestro Limeño venía atravesando por una larga enfermedad.
Pepe Limeño nació en Sanlùcar de Barrameda hace 79 años y ha llegado a considerarse como una de las figuras más importantes de los diestros del sur de España en su época.
Llegó a conseguir la Oreja de Oro en Sevilla como premio a muchas tardes que abrió la puerta del Príncipe de la Real Maestranza de Sevilla.
Limeño fue conocido entre otras cosas por la cantidad de veces que lidió astados del hierro de Miura y que gracias a esta ganadería y a su enorme toreo fue lo que lo catapultó como una gran figura del toreo. Exquisito toreo de aficiones toreristas y con un sello de toreo caro y estilista, era considerado como el rey del estatuario, pases por alto de recibo en el inicio de la faena de muleta, que desde el mítico Manuel Rodríguez Manolete nadie lo igualó.
El Maestro Limeño nació en el seno de una familia aficionada al mundo de los toros. Su padre Juan Martínez “Chocolate” y su madre Concha Ahumada fuero los mejores instructores del torero desde pequeño hasta que de muy joven pasó a las manos del gran Miguel López “Ventorrillo”.
En esa escuela se forjó como torero y tuvo incluso al maestro del Ventorrillo dentro de su cuadrilla para estar siguiendo los pasos de Limeño cuando éste empezaba a tener buenas maneras. Sus hermanos incluso se vistieron de luces, entre ellos Juan Luis, El Nono, Miguel Ángel o Manolete. Una trayectoria intachable, que culminó con una retirada en su momento.
El maestro Limeño se vistió por última vez de luces en el coso de Sanlúcar pero no fue precisamente en un cartel y con público, lo hizo para formar parte del reparto en la película Sangre en el Ruedo. A partir de ahí se retiró definitivamente y se involucró en su actividad como empresario de algunas plazas de toros durante la época gloriosa del también matador de toros sanluqueño Paco Ojeda. En aquella ocasión, formaba parte de la gerencia tanto de Sanlúcar como de la Plaza de Toros del Puerto de Santa María con él, Francés Simón Casas y también con Roberto Espinosa y Enrique Patón.
Una vez retirado como empresario se dedicó como veedor de toros en el campo, oficio que realizaba junto al inseparable Manuel Morales “El Rabioso” y que consistía en seleccionar los mejores toros de las Ganaderías escogidas por la empresa a la que trabajaba para la temporada taurina.

Hoy nos dice adiós un gran hombre, un gran torero, alguien que sin duda ha escrito una gran página en el mundo de la Tauromaquia. Hasta siempre Maestro…..................................

Misa en Sevilla por el diestro José Martínez "Limeño"

09 Enero2016por Tendido

El próximo 14 de enero se celebrará en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla un misa por el fallecimiento del diestro José Martínez “Limeño”. El torero gaditano falleció el pasado 18 de diciembre. La misa tendrá lugar en el patio de cuadrillas del Coso del Baratillo, en la calle Iris, a las 13 horas. ...................................







viernes, 15 de enero de 2016


José Martínez Ahumada "Limeño"

José M. Rojas- Nació en el matadero de Sanlúcar de Barrameda el 19 de septiembre de 1936, hijo de Chocolatero, un novillero sin fortuna.
La primera vez que torera lo hace en su tierra natal un 29 de agosto de 1949 (sin cumplir los trece años) alternando con Felipe Lafita y Pepita Ríos.
Se viste por primera vez de luces el 21 de octubre de 1951, en El Puerto de Santa María, anunciado en los carteles como Pepito Martínez.
Debuta con caballos el 10 de agosto de 1952 en Sanlúcar de Barrameda con Carriles y Manuel Gómez y novillos de Antonio de la Cova.
Sale a hombros de novillero en la plaza de Las Ventas el 12 de julio de 1959, alternando con Adolfo Aparicio y José Álvarez, lidiando reses de Higinio Luis. Torea este año 32 novilladas.
Toma la alternativa en Sevilla el 29 de junio de 1960 de manos de Jaime Ostos, de testigo Curro Romero y un encierro infumable de Galache, cortándole al toro de la alternativa una oreja.
La confirma en Madrid el 24 de mayo de 1962 de manos de Diego Puerta y en presencia de Paco Camino; los toros pertenecían al salamantino Antonio Pérez de San Fernando.
Por la Puerta del Príncipe de Sevilla salió cuatro veces consecutivas; los años 1968, 1969 y 1970, y tres de ellas lidiando toros de Miura.
En total Limeño le cortó 11 orejas en Sevilla a toros de Miura.
Por problemas con el gobernador civil a causa de un amaño en un sorteo que le perjudicó, se retira en plena Feria de Sevilla de 1971. Había matado los dos toros más grandes ya que Manuel Benítez “El Cordobés” se negó a sortear. Pepe Limeño lo denunció. Volvió a los ruedos el 2 de mayo de 1972 en Toledo, con reses de Miura y alternando con Antonio Vázquez y Adolfo Ávila “El Paquiro”.
En 1970 toreó 41 corridas. En 1971, 14; en 1972, 11; en 1973, 9; en 1974, 10; en 1975, 10; en 1976, 5; en 1977, 2; en 1978, 3. No se viste de luces en 1979 y torea tres corridas en 1980; el 27 de abril en la Maestranza de Sevilla, con toros de Miura y acompañado de Antonio José Galán y Francisco Ruiz Miguel; el 16 de agosto en El Puerto, dando la alternativa a El Mangui; y el 31 de agosto con toros de Carlos Núñez, acompañado de José Luis Galloso y Manuel Rodríguez “El Mangui”,  que sería su despedida de los ruedos.
Una vez retirado se asoció con Simón Casas para explotar plazas de toros como empresario. Siempre estuvo vinculado al tema taurino.
Fue un torero sobrio y elegante, de poderío, técnica y gran valor.
Falleció en Sanlúcar de Barrameda tras una larga enfermedad, el 18 de diciembre de 2015, a los 79 años de edad.
Enfrente de la puerta grande de su Plaza de Toros de Sanlúcar de Barrameda tiene puesto un precioso busto, totalmente merecido.

                          ACTUACIONES EN EL PUERTO DE SANTA MARÍA


1951
21 de octubre; Se corrieron reses del Marqués de Domecq para la presentación de Limeño vestido de luces por primera vez.
El benjamín del toreo, como denominan al sanluqueño Pepito Martínez, nos dio una elocuente demostración de la calidad que encierra. Para él fueron las más entusiastas ovaciones de la tarde y supo aprovechar las magníficas condiciones de su enemigo, toreándolo con capa y muleta con mucho estilo y valentía. Su triunfal actuación fue premiada con oreja, saliendo a hombros de la plaza, en compañía de su paisano Juan Enríquez.


1952
25 de mayo; El Levante influyó para deslucir el espectáculo. Becerros faltos de casta y defensas.
Se esperaba a Pepito Martínez con cierto interés. No contó esta vez con el factor toro y sus buenos deseos y su afán de triunfo se vieron defraudado en parte. Demostró, cada vez que pudo, que posee muy meritorias facultades y sobrado valor para seguir su difícil ruta. Torea muy bien con ambas manos y ejecuta con limpieza la suerte suprema. Su labor fue reconocida con aplausos, que obligó a Pepito a dar la vuelta al ruedo.



1956
24 de junio; Limeño trastea por alto y por bajo, sin lograr fijar. Intenta el natural y sufre una colada del bicho, que no se presta al lucimiento. Pinchazo y descabello. Al segundo le sacó el mayor partido posible a base de buena faena. Pinchazo y estocada. Ovación. En el quinto, por cogida de Mondeño, compuso el cuadro de la faena con la mejor voluntad y entre continuos acosones lo pasaportó por obligación y como pudo. Los novillos de Arturo Pérez, de Carmona, bastardos, broncos, huidos y torpones.


1959
19 de marzo; Limeño muletea por bajo y continúa por alto; naturales y el de pecho, muy apretados. El novillo gazapea, y el diestro prolonga la faena, entre aplausos. Pinchazo, media y descabello. Ovación.
En el otro, da derechazos cerca y valiente. Se confía y se aprieta con manoletinas, que repite entre ovaciones, para continuar por alto. Acabó de una estocada y descabello. Ovación, petición y saludos.
12 de octubre; Limeño ha toreado muy bien con la capa a sus dos toros, cuando bajaba lentamente los brazos y se pasaba el toro en apretadas verónicas. Con la muleta hizo a su primero una faena variada en la que sobresalieron tres derechazos inmensos y un natural que remató con el de pecho. Entró a matar, clavó el acero y lo volvió a sacar, pero como el toro estaba herido le bastó con un descabello. Le concedieron las dos orejas. A su segundo, con mucho genio, y mucha cabeza, no lo dominó. Se empeñó en citarle desde lejos con la izquierda sin prepararlo adecuadamente y no le salió la cosa lucida. Terminó de estocada ladeada y dos descabellos. Dio la vuelta al ruedo mientras en los tendidos se dividían las opiniones.


1960
19 de marzo; Limeño estuvo toda la tarde torerísimo. Con el capote toreó muy bien a sus dos novillos. Con la muleta toreó muy bien con ambas manos. Prodigó en ambas faenas los naturales con la izquierda. Sus faenas fueron variadas y alegres, siendo constantemente ovacionado. Mató a su primero de una estocada y a su segundo de pinchazo y estoconazo, concediéndosele la oreja del primero y las dos del segundo.
31 de julio; La plaza registra un lleno total y los diestros son acogidos con grandes aplausos.
Limeño inicia la faena con estatuarios y el de pecho. A distancia aguanta un buen natural y sigue de forma magistral con la zurda. La música suena en su honor, mientras da derechazos y redondos imponentes. Obliga otra vez con la izquierda entre el entusiasmo del público. Se adorna y mata de dos pinchazos. Ovación, una oreja, vuelta y saludos.
En el último, gran faena con pases de todas las marcas, con temple y mando. Torea muy quieto y el público se entrega, ovacionándole con calor. Estocada. Ovación, dos orejas, vuelta y salida a hombros por la puerta principal.


1961
7 de mayo; No se llenó la plaza por culpa del viento de levante.
No tuvo suerte Limeño, al entrar a matar a su primer toro resultó cogido. Salió decidido al aparecer su enemigo el cual empapó en el capote con una serie de lances ajustados y toreros. Siguió toreando a la verónica corriendo muy bien las manos entre olés y palmas. Con la muleta estuvo el de Sanlúcar en plan torero a lo largo de la faena. Con la mano derecha dio una tanda en redondo superior a los acordes de la música. Sus pases naturales con la izquierda fueron emocionantes y perfectos, templando y tirando del toro con suavidad y gracia. Se perfiló en derecho yéndose tras el acero con reciedumbre y coraje, resultando herido en la ingle. Sin mirarse continúa en la cara del toro despachándolo de media en su sitio. Pasó por su pie a la enfermería y su cuadrilla hubo de dar la vuelta al ruedo. Afortunadamente el percance fue considerado como menos grave.
15 de julio; Limeño se hace ovacionar con el capote. Inicia la faena con entusiasmo y tras doblar valiente utiliza la zurda., mandando muy bien al toro en tres ocasiones. Da uno de pecho y otros por alto. Manoletinas de rodilla y molinetes. Estocada. Una oreja.
Al último le dio estatuarios y recortes. Se retira y aguanta un gran natural terminando con el de pecho, atracándose. Repite la faena toreando de frente. Ayudados, altos, recortes pintureros y manoletinas. Ovación y bronca a la presidencia por no conceder la oreja. Fue muy ovacionado, saliendo a hombros de la plaza.
7 de septiembre; Limeño, bien con el capote. Con la muleta realiza faena voluntariosa, siempre con la izquierda, en tres tandas de pases, que se jalean. Ovación. Da altos y de pecho muy apretados. Dos pinchazos y estocada. Ovación, petición y reiterados saludos.
En el que cerró plaza dio ayudados por alto y derechazos (Ovación y música). El torero expone mucho, provocando la arrancada del quedado animal. Sigue valiente y mata de media superior. Ovación y saludos.
5 de noviembre; Festival taurino patrocinado por el Ayuntamiento y la Asociación sanluqueña de la Caridad.
Limeño ha triunfado plenamente. Toreó magistralmente con  capa y muleta entre ovaciones y música. Mató de gran estocada y descabello, concediéndosele las dos orejas, el rabo y la pata, dando la vuelta al ruedo a hombros y saliendo así de la plaza. Fue un festival extraordinario que se recordará por mucho tiempo.


1962
20 de mayo; Limeño magnífico con el capote. Ovación. Con la muleta ayudados por bajo, derechazos y altos. Dos pinchazos, tres medias y desafortunado con el descabello. Suena un aviso. Pitos y el toro es ovacionado.
En el quinto faena superior, que inicia con estatuarios sin enmendarse. Enlaza con ayudados. Ovación y música. Se distancia y en tres ocasiones cita de lejos, aguantando en soberbios naturales que levantan un clamor de ovaciones. Recortes, cambiados y adornos. Pinchazo y estocada. Pinchazo y estocada. Ovación, una oreja, insistente petición de la segunda, vuelta y saludos.
18 de julio; Limeño comienza por alto y seguidamente cita con la zurda aguantando lo indecible. Ovación. Luego con la derecha, es muy aplaudido: más naturales. El bicho puntea y el torero se impone con valor. Estocada y descabello a la segunda. Petición vuelta y saludos.
Al quinto le da altos con dominio, y entusiasma al ejecutar tres circulares completos, finalizando con el de pecho. Dos pinchazos y media. Una oreja, dos vueltas y saludos.

1964
19 de marzo; José Martínez “Limeño” saluda al primero de Osborne con cuatro verónicas muy ceñidas, que terminó con media y revolera. Con la muleta, pases para ahormarlo. Tras citar desde lejos, unos derechazos admirables, tres naturales rematados con el de pecho y otros de adorno. Una estocada caída y descabello al primer intento. Ovación y petición de oreja.
A su segundo lo veroniquea valientemente y con mucho arte. Logró con la muleta una extraordinaria faena con la zurda. Derechazos ajustados, corriendo bien la mano y otros naturales. Media perpendicular de efecto fulminante. Oreja y vuelta.
15 de noviembre; Homenaje a Manolo del Pino “Niño del matadero”.
“Hechos son amores y no buenas razones”. Con esto quiero decir, que no basta con aparecer en los carteles y después no comparecer a la cita. Esto ocurrió con Miguelín y Limeño, anunciados de antemano y que no asistieron al festival.


1969
27 de abril; Limeño (vestido de verde y oro) saludó al finalizar el paseo de cuadrillas, reclamado por la duradera ovación de todos en premio a su reciente triunfo en Sevilla. El sanluqueño hizo partícipe del obsequio al Paula, y la pareja parecía una promesa que luego se quedó incumplida. Era presumible que José Martínez redondease un triunfo grande, dado los millares de paisanos que acudieron, enardecidamente a verle y aplaudirle. Pero no fue así. Toreó, eso sí, muy bien a su primero, y con plausible originalidad intercaló chicuelinas en sus verónicas, recordando los duros tiempos del toreo con una revolera realmente de categoría tipográfica. Logró Limeño una faena muy variada, ajustadísima, coreada con entusiasmo, en la que brilló desde el estatuario y el natural al de pecho y la giraldilla. Buena faena en verdad; pero como en la muerte no anduvo muy acertado (dos estocadas y dos descabellos), quedó en saludo desde el tercio, lo que también pudo haber ido a más.
En el quinto, que frenaba en ocasiones, un recio toro, el de Sanlúcar muleteó cambiando tres veces los terrenos, desde la zona presidencial al sol de enfrente, haciéndose la faena pesada y larga. No mató bien, y el público quedó dividido en complacidos y decepcionados.
18 de julio; Gran corrida de toros del Marqués de Domecq. Molestó el viento de levante.
Limeño no hizo nada en el primer toro. Lanceó de manera vulgar. Tres varas a cambio de un derribo. En el último tercio el toro quedó incierto en las embestidas. Lo preparó para la muerte y el público se enfadó. Mató mal y por ello le pitaron.
Se superó en el cuarto, al que toreó magníficamente con el capote, logrando después pases y pases alternando las manos acorde con la nobleza del toro. Mató pronto y bien y cortó una oreja con vuelta entusiasta, ofrenda de obsequios y salida al tercio insistentemente aclamada.
16 de agosto; Corrida nocturna con toros de Guardiola, bien presentados y sin fuerza.
La noche puso muy a la vista la plenitud lidiadora del gran torero de Sanlúcar. Todo cuanto hizo estuvo cubierto de los mayores méritos. No sólo por la variedad de su toreo, que floreció en cada pase de modo impresionante, sino porque el inteligentísimo valor, que es lo verdadero en el toreo, unió la firmeza y la seguridad incesante, y el arte fue consecuencia de su creciente maestría. Desde las verónicas iniciales al primero hasta la gran faena que hizo al cuarto –en la que tuvo que hacerlo todo, porque el toro estaba agotadísimo y cabeceaba con peligro-, su actuación fue completamente triunfal, entregándose el público, ganado por la exhibición de facultades del torero sanluqueño. Limeño cortó justamente una oreja al primero, que habrían sido mayores trofeos de haber tenido el toro alguna alegría en la embestida, y las dos de su segundo. Dio repetidas vueltas al ruedo, y el clamor general coronó de merecidos títulos la completísima actuación de Limeño.
31 de agosto; Se lidió una señora corrida del Marqués de Domecq.
Limeño fue padrino de la ceremonia del doctorado de José Luis Parada. Las verónicas al segundo fueron una prueba más de la magnitud lidiadora del sanluqueño. Su quite por chicuelinas fue lineal, geométricamente impecable, sevillanísimo de la planta a la esclavina, y de un depurado sabor de alta escuela. En esa línea era presumible el triunfo del gran padrino de Parada. Y cuando llegaba aquel, en los mismos medios, por la vía de los bravísimos pases de castigo, de los derechazos espléndidos, Limeño se echó la muleta a la izquierda, llamó alegremente al toro y la cornada se interpuso en el camino  coreado de pasodoble y de clamores. Fue entonces cuando Limeño izó en la plaza el banderín de su bizarría. Le agobiaba la herida, tenía la pierna izquierda cubierta de sangre, y libró una enconadísima batalla por seguir la faena, Limeño levantaba un monumento al valor. Cuando pasó a la enfermería, gravemente herido, quedó sobre el albero su sangre. A la mesa de operaciones le fue llevada la oreja del bravo toro, envuelta en una larga y entusiasta ovación de la plaza.


1970
2 de agosto; La plaza abarrotada; los toros de Salvador Guardiola.
Limeño, que vestía un precioso traje a la antigua, de oro y grana clásicos, estuvo toda la tarde en lidiador perfecto. ¡Qué bien toreó Pepe Martínez! ¡Cuánto purísimo temple esparció desde las verónicas y chicuelinas a series ligadísimas con que obsequió al primero de sus toros! Fue de cátedra la faena a este toro. De cátedra en la que estuviera muy firme y diáfana la categoría inteligente del expositor. Una faena abierta con ayudados por alto, seguida con adornos y pases de la firma del más puro sabor a Granero, continuada en los medios, con naturales repicados por castañuelas, y los pases de pecho más hondos, largos y gallardos que puedan soñarse. Si la espada de Limeño no hubiera buscado la muerte con tanta perfección, todos los trofeos hubieran ido a sus manos. Pero el miurista insigne de Sanlúcar quiso matar al toro con excesiva honradez, y la tardanza le privó de unas orejas que estaban más que cortadas.
En el cuarto volvió Limeño a sus verónicas impecables, a pies juntos y compás sabiamente abierto, y frente a los tendidos solares tejió un quite por giraldillas al revés, capote sobre los lomos, vuelta la espalda, vigilante los ojos. Se llevó al toro a los medios con la muleta e hizo una nueva y gallarda faena, llena de arte. Tanto se acercó en ella, que el torero fue alcanzado, recibiendo un palotazo fuerte en la mejilla. La teoría de naturales que siguió fue lograda sobre las mismas astas, intercalando afarolados y molinetes. Entró derecho a matar, cortando una oreja.


1971
28 de febrero; Festival taurino. Limeño toreó con valentía y muy decidido al bravo novillo del marqués de Domecq y Hermanos, y fue aplaudido en los buenos y correctos muletazos que consiguió luego de una porfía llena de la mejor voluntad. La ovación final no pudo arrancar la concesión de la oreja que para Limeño fue pedida.

1973
18 de julio; Limeño, a pesar de su gran valentía, no ha podido tener su tarde, ya que las condiciones del ganado han ayudado muy poco para ello. Al primero de su lote, lo recibe con una verónica, aunque el toro se distrae. Al fijarlo en la suerte de varas, el matador fue cogido aparatosamente, aunque sin consecuencias. En la faena de muleta lo toreó por derechazos por alto, dándole naturales y rematándolos con el de pecho. Nueva tanda en redondo y termina con pase por alto. Dos pinchazos recibiendo, tres pinchazos más y una entera. Saludos desde el tercio.
Al quinto lo toreó con unas verónicas muy aceptables, que se ovacionaron. Tras brindar al público inicia la faena, que resultó muy breve. Mató de una estocada defectuosa. Palmas a la buena voluntad del diestro y saludos desde el tercio.
18 de agosto; Limeño había estado muy en lidiador, lanceado magníficamente al segundo de la tarde, alternando verónicas y chicuelinas de gran empaque, y dándolo todo en cada lance. Lidió Limeño el peor lote. Había porfiado valentísimo con la muleta. Cada pase había sido una conjunción de la valentía y el arte clásico del buen torear, recibiendo una fuerte ovación. En el quinto, el más peligroso de los seis, Limeño había vuelto a torear con lances lleno de finura y elegancia. Y ayudados por alto, naturales y redondos, de pecho y adornos, todo a fuerza de enorme porfía. La faena de nuevo fue acogida con fuerte ovación después de insistente petición de oreja.
8 de diciembre; Buena entrada en el festival a beneficio de Navidad con Amor.
Limeño recibió de capa a su enemigo y escuchó ovaciones; el novillo se fue a las tablas y no hubo manera de torearle, totalmente quedado, sin embestir. Se vio obligado a matar, lo que hizo de tres pinchazos y media estocada que basta.


1974
19 de mayo; Limeño estuvo en maestro. Los lances de apertura fueron de belleza perfecta. Cuanto hizo tuvo el sello impecable de la perfección. Con la muleta, el magisterio limeñista alzó a cátedra el estatuario, ganándole al toro en cada uno, el terreno. El pase de pecho fue hondo largo y señero. Diversa, solemne y elegante fue la faena. Cuando mató hubo ovación y petición de oreja. En el cuarto llegó el júbilo con el nuevo serial de verónicas joselistas, con chicuelinas directas, izadas, rizadas, manando en cada una de ellas la gracia de los fustes platerescos más brillantes. Cuatro series con la derecha, pectorales larguísimos, y los molinetes, y el torero sonriendo, sintiéndose feliz. Una estocada que brota del corazón, fulminando al bravísimo toro. Dos orejas y vuelta.
11 de agosto; Limeño cuajó una enorme faena; una de las mejores que le hemos visto –y han sido muchas-. A su primero, tras fijarlo con el capote, lo toreó a la verónica ganando terreno en cada lance. Brindó al alcalde Terry Galarza y, sereno, erguida la figura y quieta la planta, fue ofreciendo muletazos sobre una y otra mano que el público coreaba con entusiasmo. Todos fueron buenos, pero principalmente una serie de naturales con el de pecho, hondo, profundo, levantaron un auténtico clamor. Terminó de estocada entera. Dos orejas y vuelta al ruedo. En el quinto estuvo regular con la capa; el toro salió distraído, probón, y Pepe estuvo en todo instante bien colocado, sin perder la cara y logrando sacarle pases haciendo sonar la música; aguantó en unos naturales en los que la res se quedó en mitad de la suerte. Estocada caída. Ovación.
15 de agosto; Limeño tuvo en su primero un toro que no había manera de pasarlo; a cada lance, una carrera por todo el ruedo. Por fin pudo ligar tres verónicas que remató con media, escuchando palmas. Cuatro puyazos. El toro resultó incierto para la muleta, probando demasiado antes de embestir. Pero estuvo valiente, aunque no se confió mucho. Terminó de pinchazo y estocada que mató sin puntilla. Ovación.
En el cuarto de la tarde toreó bien a la verónica. Comenzó Limeño con una serie de estatuarios, sin enmendarse, para seguir después sobre una y otra mano, muy porfión ante un toro aplomado. Mató de estocada. Ovación.


1975
25 de julio; Abría cartel Limeño, vestido de ciclamen y oro. En el que abrió plaza se hizo aplaudir al torear a la verónica rematando con media. Se empleó el toro mucho el toro en el caballo y esto lo acusó en el último tercio. Pepe sacó pases a fuerza de porfiar y mató de dos pinchazos y media estocada. Ovación. Al cuarto de la tarde tuvo que cuidarlo en su labor muleteril porque dobló las manos; consiguió tres series de naturales muy buenos, abrochados siempre con los de pecho. Unas espaldinas y dio muerte a la res de pinchazo y estocada. Una oreja y vuelta al ruedo.
17 de agosto; Limeño lanceó superiormente al segundo de la tarde; muy quieto, dio cinco verónicas que remató con media. Leopoldo expuso lo suyo en banderillas –cubriendo el turno de Luis Navarro, renqueante a causa de un golpe recibido en Lloret de Mar- y Pepe tiró a abreviar y terminó de pinchazo y estocada caída, cosa que no gustó al público. El quinto fue un auténtico “regalo”; desde que salió, lo hizo escarbando, yéndose de los capotes, lo mismo de Limeño que de los peones y costó lo suyo picarlo porque era manso integral y salía de estampía. A la hora de las banderillas se registró el percance de Félix García Lamela, que cayó ante la cara del toro y recibió un puntazo y, al mismo tiempo, parece que un pisotón en la cabeza. Fue llevado inerte a la enfermería. No hubo después posibilidad de hacer faena, ya que el animal desarrolló mucho sentido y evidente peligro. Limeño tras probar por ambos lados e intentarlo, mató de pinchazo y estocada arriba. Silencio y pitos al toro.


1976
15 de agosto; Limeño salió vestido de tabaco y oro. En el que abrió plaza –al que corrió muy bien Luis Navarro- fue aplaudido en unos lances rematados con media verónica. Duro castigo en el tercio de varas y el animal quedó convertido en un marmolillo. Pepe intentó torear por ambos pitones, pero el “rucho” era un marmolillo y lo pasaportó de dos pinchazos y una estocada. Aplausos. En el tercero, dio unos lances y después de dos varas, se encontró con un enemigo muy incierto y probón. De todas maneras el torero buscó la forma de conseguir algún pase y lo mató de dos estocadas y varios descabellos, saltando una vez el verduguillo sobre las tablas. Silencio. En el quinto –otro que salió parado, escarbando- logró cuatro lances muy buenos que se aplaudieron con fuerza; una chicuelina y media verónica. Una vara. Brindó al público y comenzó con unos pases por bajo con una colada impresionante; ligó unos derechazos muy templados rematando con el de pecho y sonó la música. Fue una faena muy torera a la que puso colofón con un pinchazo sin soltar y media estocada. Hubo leve petición y dio la vuelta al ruedo.


1977
24 de julio; Limeño, de tabaco y oro, fue aplaudido en los lances con que recibió al primero de la tarde y en los que intercaló alguna chicuelina. Con la muleta poco pudo hacer en un toro que sangraba abundantemente y que fue perdiendo fuerzas. Logró algunos muletazos sobre la mano derecha y terminó de dos pinchazos y media estocada. En su segundo fue jaleado con fuerza al torear de capa. Con la franela anduvo en plan maestro, lidiador sobre todo, para lograr pases salvando las inciertas embestidas. Aguantó mucho en unos naturales y sonó la música en su honor dando fin a la vida de su enemigo de una estocada. Vuelta al ruedo tras ser pedida la oreja.
20 de agosto; Pepe Limeño lució un vestido negro y oro. Buenos lances de recibo terminando la serie con una chicuelina y media verónica; en quites dio un par de verónicas y media, escuchando palmas. Brindó al público y comenzó con cuatro ayudados por alto a los que puso fin con un natural y el de pecho; estuvo muy torero en varias series que repitió, sobre la derecha mejor que la zurda, para terminar con unas giraldillas; pinchazo hondo, bien señalado, y descabello. Una oreja y vuelta al ruedo después de aplaudirse al animal en el arrastre. En el otro, unos lances de capa y un quite al sobresaliente –Josele- por chicuelinas. La faena la inició con muletazos de tanteo, rematando con dos por alto. Siguió sobre la derecha y la faena tuvo, en sus remates, el eco de los aplausos. Dos pinchazos y estocada entera. Ovación.


1978
25 de julio; Limeño (grosella y oro) lanceó al primero suyo que de salida echaba las patas por delante; después llevó a cabo una faena en la que sacó muletazos muy buenos, principalmente sobre la zurda. No fue una labor larga, sino la justa, sin muchos pases, terminando de pinchazo y media estocada. Vuelta al ruedo. Su segundo toro, de gran presencia, lo toreó muy bien con la capa, haciéndose aplaudir. Recibió nada más que un picotazo en varas porque el animal había derrotado con fuerza más de una vez, entablas, acusándolo. Inició su labor con unos ayudados, continuando sobre una y otra mano, aunque acusando el toro falta de brío. Tres pinchazos y estocada. Ovación.


1980
16 de agosto; José Martínez “Limeño”, de grana y oro, una oreja en cada uno. Limeño ha estado en maestro. Superior en el capote con el primero de su lote –segundo de la corrida por cesión del primero al toricantano-. La faena de muleta tuvo una calidad soberbia, sin aspavientos, haciéndolo todo con asombrosa naturalidad. Faena justa, medida a la que le puso colofón con pinchazo y estocada. Le concedieron una oreja.
En el cuarto de la tarde estuvo regular con la capa. Con la muleta estuvo Pepe decidido, con ganas, logrando una faena muy torera, con muletazos de mucha calidad. La estocada resultó perfecta y mató sin puntilla. Otra oreja paseó en triunfo por el anillo del coso portuense.
31 de agosto; José Martínez “Limeño”, de azul marino y oro, palmas en los dos. Limeño estuvo decoroso con el capote en el toro que abrió plaza que se revolvía en un palmo de terreno y que en la muleta no dio ningún tipo de facilidades, desarrollando mucho genio. El diestro de Sanlúcar abrevió y tras unos intentos de muletear terminó de pinchazo sin soltar y estocada entera. Palmas.

 En el otro se le jalearon algunos lances. La faena de muleta la inició con ayudados por alto, continuando con naturales, pero el toro se paró y el diestro hubo de desistir. Terminó de pinchazo, estocada corta y descabello al segundo intento. De nuevo fue aplaudido por el respetable.

(Para ver las fotos aumentadas de tamaño, pinchar dicha imagen).

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Muere a los 79 años Pepe Limeño, el torero que conquistó Sevilla frente a Miuras

Abrió cuatro Puertas del Príncipe, tres de ellas con los toros de Zahariche
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José Martínez «Limeño», a las puertas de la Maestranza - ABC
José Martínez Ahumada, conocido como Pepe Limeño, ha muerto a los 79 años en su tierra gaditana de Sanlúcar de Barrameda tras un larga enfermedad. Precisamente en su localidad natal debutó con caballos el verano de 1952. Como novillero logró conquistar la Puerta Grande de Madrid en 1959.
Limeño se doctoró en Sevilla el 29 de junio de 1960, con Jaime Ostos de padrino y Curro Romero de testigo. Dos años más tarde, en mayo de 1962, confirmó alternativa en Las Ventas de manos de Diego Puerta. Confirmó en Madrid el 24 de mayo de 1962, con Diego Puerta de padrino y toros de Pérez de San Fernando.
Hombre amable y bondadoso, torero valiente y sobrio, que continuó hasta el último momento desempeñando labores taurinos -era veedor de la empresa de Simón Casas-, sus mayores éxitos los vivió en la Maestranza de Sevilla, donde abrió cuatro Puertas del Príncipe, un trío de ellas frente a toros de Miura. la Puerta del Príncipe (1968, dos en 1969 y 1970), tres de ellas con toros de Miura.
Se retiró definitivament de los ruedos en 1980 en el Puerto de San María, en una tarde en la que concedió la alternativa a El Mangui.

El funeral se celebrará este sábado, a las once de la mañana, en la Iglesia de la Caridad de Sanlúcar de Barrameda..................................











 
Fallece José Martínez Limeño, un triunfador ante los toros de Miura | Cultura

Fallece José Martínez Limeño, un triunfador ante los toros de Miura | Cultura | EP

Fallece José Martínez Limeño, un triunfador ante los toros de Miura | Cultura
A la edad de 79 años, y tras una larga enfermedad, ha fallecido en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) su localidad natal, el torero José Martínez Ahumada, conocido en el mundo del toro como Limeño, que ha pasado a la historia por sus valerosas gestas ante las reses de la legendaria ganadería de Miura en la plaza de la Real Maestranza, de donde salió a hombros por la Puerta del Príncipe en cuatro ocasiones.
Los aficionados le han valorado su gallardía, su valor y su poderío, pero no ha ocupado ni ocupará el reconocimiento de figura que, sin duda, se ganó en el ruedo. Quizá por su reconocida humildad o por los extraños avatares de la suerte, se hablará de Limeño como un buen torero, cuando demostró en el ruedo actitud y técnica suficientes para hacerse merecedor de un hueco entre los grandes del pasado siglo.
Hijo de Chocolatero, un novillero sin fortuna, nació en el matadero de Sanlúcar el 19 de septiembre de 1936; el 21 de octubre de 1951 se vistió de luces por vez primera, anunciándose como Pepito Martínez; en julio de 1959 salió por la puerta grande de Las Ventas, y al año siguiente hizo el paseíllo en Sevilla para doctorarse como matador de toros. El padrino de la ceremonia fue Jaime Ostos, Curro Romero hizo de testigo y su primer toro perteneció a la ganadería de Galache. Dos años más tarde, el 24 de mayo de 1962, confirmó la alternativa en Madrid de manos de Diego Puerta.
Faltaba aún algún tiempo para que rompiera como torero y se convirtiera por derecho propio en predilecto de la afición sevillana, aunque la primera oreja a un toro de Miura en Sevilla la paseó en la feria de 1961.
El gran suceso acaeció en la primavera de 1968; el torero gaditano salió a hombros dos tardes por la Puerta del Príncipe, la primera de ellas ante los toros del temido hierro sevillano. Repite la hazaña en 1969, corta cuatro orejas la tarde del 20 de abril y conquista el premio al triunfador de la feria de ese año; y en la feria siguiente forma parte de un cartel que figura en los anales de la tauromaquia: toros de Miura, para Pepe Limeño, Palomo Linares y El Hencho. A todos los toros les cortaron orejas: Limeño, cuatro, y dos cada uno sus compañeros de cartel, y los tres salieron a hombros por la puerta de la gloria en una tarde apoteósica.
Once orejas
En total, Limeño cortó 11 orejas en Sevilla a toros de Miura, algo realmente extraordinario, a pesar de lo cual ni la propia Real Maestranza ni los taurinos de la época valoraron con justicia sus admirables condiciones lidiadoras. Se retiró en 1971 y reapareció en dos ocasiones, la última para dar la alternativa a su paisano Manuel Rodríguez, El Mangui, en la plaza de El Puerto de Santa María.
Cuando abandonó el traje de luces, Limeño continuó ligado al mundo de los toros como empresario y veedor. Cada año volvía a la Feria de Abril, donde solo los más veteranos recordaban las gestas de un torero grande al que la historia no le ha hecho justicia.

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Viernes, 15 de enero de 2016


Limeño, en la memoria de la afición

La Maestranza abre sus puertas para un funeral de uno de los toreros más respetados
LUIS NIETO SEVILLA | ACTUALIZADO 10.01.2016 - 01:00
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José Martínez 'Limeño', en el callejón de la plaza de toros de la Real Maestranza de Sevilla.
Los aficionados no olvidan la figura y las gestas que realizó José Martínez Limeño (Sanlúcar de Barrameda, 1936-2015). Porque Limeño, además de un grandioso torero, contó con la amistad y el respeto de profesionales y aficionados. El torero, que siempre dio la talla ante los temibles miuras y que alcanzó la gloria de la Puerta del Príncipe en cuatro ocasiones, será recordado por la afición el próximo día 14 en la Maestranza en una misa funeral a la que se espera acuda un nutrido grupo de profesionales. Ya en el pasado 19 de diciembre en la Basílica de la Caridad de Sanlúcar acudieron a su adiós toreros como José Luis Galloso, Ruiz Miguel, Tomás Campuzano, Paco Ojeda y Juan José Padilla; ganaderos como los hermanos Miura, Álvaro Domecq y Daniel Ruiz y empresarios como Simón Casas.

José Martínez Ahumada Pepe Limeño falleció el pasado 18 de diciembre a los 79 años en su casa de Sanlúcar de Barrameda, su ciudad natal, tras una larga enfermedad.

Limeño nació en el matadero municipal de Sanlúcar el 19 de septiembre de 1936. Hijo de un modesto novillero que se anunciaba como Chocolate estuvo relacionado desde niño y hasta su muerte con el mundo taurino. El diestro gaditano unía a su gran valor -su palmarés ante toros de Miura es uno de los mejores de la historia-, un toreo vertical, temple y una gran dosis técnica que le hacía entender perfectamente a todo tipo de encastes. Sin duda, ha sido uno de los toreros más importantes e injustamente tratado. Se vistió por primera vez de luces en la plaza de El Puerto de Santa María el 21 de octubre de 1950, cortando una oreja. Debutó con picadores en Sanlúcar el 10 de agosto de 1952, anunciándose como Pepito Martínez. Sería a partir de 1954 cuando se apodaría Pepe Limeño.

Comenzó su carrera de manera triunfal, abriendo de en su etapa de novillero la puerta grande de Las Ventas el 12 de julio de 1959. Tomó la alternativa en la Real Maestranza de Sevilla el 29 de junio de 1960, con Jaime Ostos de padrino y Curro Romero de testigo.

Su trayectoria estuvo marcada sobre todo por sus constantes y grandes éxitos en Sevilla, abriendo en cuatro ocasiones consecutivas la Puerta del Príncipe (1968, dos en 1969 y 1970), con el mérito añadido de que en tres de ellas lo hizo ante toros de Miura y además con la marca de cortar cuatro orejas en dos ocasiones a los toros de Zahariche -en una corrida celebrada en 1969 y otra en 1970-.

El diestro sanluqueño se retiró en 1971 y volvió a retornar en dos ocasiones más para retirarse definitivamente el 16 de agosto de 1980, con 44 años de edad. Se cortó la coleta en El Puerto el mismo día en el que dio la alternativa a su paisano Manuel Rodríguez El Mangui. Limeño continuó ligado a los toros desde otras facetas, especialmente como veedor taurino en una labor campera que le entusiasmaba


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Muere el torero José Martínez ‘Limeño’

José_Martínez LimeñoEl torero sanluqueño José Martínez “Limeño” ha fallecido esta madrugada en su domicilio de Sanlúcar de Barrameda, víctima de una larga enfermedad.
José Martínez Limeño nació en Sanlúcar de Barrameda el 19 de septiembre de 1936. Tomó la alternativa en Sevilla el 29 de junio de 1960 a manos de Jaime Ostos, que le cedió la lidia del toro Granujillo de Galache, y como testigo Curro Romero. La confirmó en Madrid, con toros de Pérez de San Fernando, el 24 de mayo de 1962, siendo Diego Puerta su padrino.
Como novillero logró buenos triunfos en Madrid, pero su mayor prestigio llegó con sus triunfos en Sevilla donde lidió varios años la corrida de Miura con tardes apoteósicas con corte de cuatro orejas. Logró salir cuatro veces por la Puerta del Príncipe de la Maestranza. En los años 1968 (dos veces), 1969 y 1970, en tres de ellas con toros de la ganaderia de Miura.
Se retiró en plena Feria de Abril de 1971 tras un conflicto al denunciar que en una corrida de la Feria con El Cordobés no habían sido sorteados los toros. Volvió a reaparecer en dos ocasiones, la última de ellas, el 16 de agosto de 1980, para darle la alternativa a su paisano “El Mangui” en El Puerto de Santa María.
Torero sobrio y elegante, de poderío, técnica y gran valor, tras su retirada nunca se apartó del mundo del toro ejerciendo funciones de empresario taurino junto a Simón Casas.

 El funeral tendrá lugar este sábado día 19, a las 11 horas en la Iglesia de la Caridad de Sanlúcar.

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Glorieta Digital – Paco Cañamero La web de los toros y el futbol








Adiós a Limeño, el rey de los Miura


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Se fue Limeño en silencio. Como era su vida. Sin dar un ruido y ajeno a cualquier algarabía. Porque a José Martínez ‘Limeño’ siempre le gustó pasar tan inadvertido que incluso apenas le gustaba hablar de esos momentos tan gloriosos que protagonizó en el toreo durante la pasada década de los 60. Sobre todo en la plaza de Sevilla al abrir cuatro años consecutivos la Puerta del Príncipe, en tres ocasiones tras desorejar a los toros de Miura, hierro tan aliado a sus trayectoria. Sin embargo los contundentes triunfos no le valieron para torear en Madrid –plaza en la que triunfó de novillero–, ni en las ferias del norte, lo que le impidió ser figura, por lo que un día de 1971, aburrido y desengañado, decidió marcharse. Aunque reapareció en dos ocasiones, en ambas de manera fugaz.
Recuerdo a Limeño en sus tiempos de veedor de toros, arte en el que fue figura. Viajaba con frecuencia a Salamanca, siempre con su apostura natural y sencillez. Se hospedaba en El Cruce de La Fuente de San Esteban y fueron muchas las veces que lo saludé y compartí un rato de agradable conversación. Porque Limeño era un señor. Un santo varón.
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De él escribí lo siguiente en el libro ‘Mi Verdad del Torero’:
“O el caso especial y sorprendente de un valiente que brilló, por encima de las demás, en las corridas de Miura como fue José Martínez ‘Limeño’, quien en tres años logró cuatro Puerta del Príncipe y no le sirvió ni siquiera para torear en Madrid de la forma merecida cuando estaba embalado. Aunque aquí pesó en su contra que era apoderado por Diodoro Canorea, quien en esos momentos, estaba peleado con la empresa de Madrid. Limeño, que fue grande, fue figura en Sevilla, plaza en la que tuvo infinidad de partidarios y en la extensión de las plazas de su rincón gaditano, fue otro caso inexplicable de injusticias que existen en el toreo. Aunque su leyenda de valiente no se la quita nadie, como tampoco su amor a la Fiesta, a la que ama sin ningún tinte de amargura en sus palabras y a la que sigue vinculado desde su profesión de veedor de toros en el campo”.
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Adiós a Limeño

El torero sanluqueño ha fallecido tras larga enfermedad








Adiós a Limeño

El torero sanluqueño ha fallecido tras larga enfermedad

El sábado, a las 11 de la mañana, en la Basílica Menor de Nuestra Señora de la Caridad Coronada, de Sanlúcar de Barrameda, se iniciaba la misa para dar el último adiós al gran torero José Martínez Ahumada ‘Limeño’, fallecido tras una larga enfermedad.
La basílica se quedó pequeña para albergar el sepelio en que despedíamos a una gran figura pero sobre todo a una gran persona. No se cabía en la iglesia y en los alrededores se congregaron muchas personas que querían despedir a un buen sanluqueño. La misa fue oficiada por el párroco Juan Jacinto del Castillo, párroco del templo a donde José solía ir a rezar a la patrona de la Caridad. Don Juan analizó la figura del torero y terminó diciendo que “otra puerta grande le espera en el Cielo”. Limeño fue siempre un hombre muy religioso; solía decir que el único libro que leía era el de los Evangelios y que llevaba siempre un ejemplar en el coche y tenía otro en la mesilla de noche.12391318_1737608363126732_4706831366196401816_n
Si le acompañó una gran cantidad de amigos paisanos, desde luego quien no le faltó fue el mundo del toro, y en especial los toreros sanluqueños, de los que él era el decano. Allí estaban los matadores ya retirados Paco Ojeda y José Luis Parada (venidos de fuera, pues no residen normalmente en la localidad), Julio Vega Marismeño y Juan Montiel, el antiguo banderillero y hoy empresario Carmelo y los novilleros Álvaro Sanlúcar y Eloy Hilario. La representación taurina fue más amplia, proporcional al afecto que despertaba Limeño por donde iba. No faltó, desde luego, Luis Parra Jerezano, en cuyo homenaje ocupó presidencia el finado. Tampoco José Luis Galloso, en cuya peña de El Puerto recibió José su último homenaje en vida. Ni otros toreros provinciales, como Adolfo Ávila El Paquiro, Francisco Ruiz Miguel, Francisco Núñez Currillo, Juan José Padilla; ni toreros de fuera de la provincia como Tomás Campuzano. El rejoneador Fermín Bohórquez, recientemente retirado, y ganaderos como Álvaro Domecq, Antonio Miura o José García Cebada, quisieron también dar acompañamiento. Antonio González Sabio y Álvaro Montes representaron a los subalternos. Los empresarios estaban asimismo a través de Santiago López y Simón Casas; éste formó con Limeño la empresa “LimeCasas”. Eduardo Ordóñez llevó las escuelas taurinas y Jerónimo Roldán, el periodismo. Las instituciones estaban a través del alcalde de la ciudad y del subdelegado del Gobierno. Tampoco pudieron faltar Antonio Ruiz, veterinario, o los miembros de las peñas taurinas, entre ellos Antonio Montaño, que fue un impulsor de la comisión que organizó el homenaje de la ciudad cuando los Cincuenta Años de la alternativa de José Limeño; ya en los Veinticinco se le hizo un monumento.12369145_1737608379793397_6864068400474428290_n
La alternativa la tomó nuestro protagonista (con veintitrés años) en Sevilla en 1960 de Jaime Ostos, con Curro Romero de testigo, ante toros de Eusebia Galache. Fue confirmada en 1962, ante toros de Pérez de San Fernando, con Diego Puerta de padrino, en Madrid, donde ya había salido por la Puerta Grande como novillero.DSC_0592
Los mayores éxitos los tuvo en Sevilla, donde cosechó cuatro puertas del Príncipe, tres de ellas tras enfrentarse a miuras. Torero sobrio, de técnica y de valor, fue un especialista en la dura divisa de Zahariche, en la cual sólo Padilla y Ruiz Miguel le superan en número de corridas. Consiguió tres Orejas de Oro consecutivas como triunfador del serial abrileño de 1968 a 1970. Su retirada fue silenciosa, acorde a su manera de ser; luego retornó para alternativar a su paisano Mangui y después volvió a sus paseos por la playa. Ahora se ha retirado definitivamente a otras playas. Él lo habrá querido hacer en silencio. Descanse en paz.

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... falleció Limeño

, torero de los años sesenta


por Alberto Lopera
5_thumb_380A la edad de 79 años falleció en Sanlúcar de Barrameda el matadorJosé Martínez “Limeño” tras soportar grave dolencia desde hace varios meses. Estuvo en Colombia donde toreó en las ferias de Cali y Manizales. Fué un torero del gusto de los sevillanos de cuya plaza Maestranzasalió cuatro veces a hombros por la Puerta del Príncipe.
Limeño nació en el matadero municipal de Sanlúcar de Barrameda el 19 de septiembre de 1936. Hijo de un modesto novillero que se anunciaba como “Chocolate” y de una gran aficionada a los toros, que incluso se atrevía a torear a las reses que aguardaban en el matadero, vivió siempre rodeado del mundo de los toros.
El diestro gaditano fue uno de los toreros importantes de su época. Se vistió por primera vez de luces en El Puerto de Santa María el 21 de octubre de 1950, cortando una oreja. Debutó con picadores en la plaza de Sanlúcar el 10 de agosto de 1952, lo hizo anunciándose como Pepito Martínez, no sería hasta 1954 cuando se apodaría Pepe Limeño. Despertó el interés de los aficionados desde su etapa de novillero, en la que consiguió abrir la puerta grande de Las Ventas el 12 de julio de 1959.
Tomó la alternativa en la Real Maestranza de Sevilla -plaza que vio sus mayores éxitos- el 29 de junio de 1960, con Jaime Ostos de padrino y Curro Romero de testigo. Confirmó en Madrid el 24 de mayo de 1962, con Diego Puerta de padrino ante toros de Pérez de San Fernando. Pero su carrera estuvo marcada sobre todo por Sevilla, allí consiguió abrir cuatro veces consecutivas la Puerta del Príncipe (1968, dos en 1969 y 1970), tres de ellas con toros de Miura. Se retiró en 1971 y volvió a reaparecer hasta en dos ocasiones más. Dejó los ruedos definitivamente en 1980, con 44 años de edad. Se cortó la coleta en El Puerto de Santa María, el mismo día en el que dio la alternativa a su paisano Manuel Rodríguez “El Mangui”.

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Noticias / FALLECIÓ JOSÉ MARTiNEZ "LIMEÑO

Desde nuestra página web nos hacemos eco de la triste noticia del fallecimiento del matador.de toros sanluqueño José Martinez "Limeño". Los aficionados alcalaínos guardamos muchos y gratos  recuerdos de este gran torero. Por su vinculación con las ganaderías alcalaínlas de Diego Romero Gallego (El Pradillo) y Diego Romero Rodriguez (Monte Abajo), donde realizó innumerables tentaderos. También colaboró en los festivales taurinos que se celebraron en nuestra localidad en los años sesenta a beneficio de Cari tas Parroquial.
Quienes le conocieron dan fe de su categoria como torero y como persona. 
La Peña Taurina Ruta del Toro de Alcal.a de los Gazules expresa su m.as sentido pesame a los familiares .

Diario de CádizToros


Fallece Pepe Limeño a los 79 años de edad

El diestro sanluqueño, un gran torero, abrió la Puerta del Príncipe en cuatro ocasiones.
LUIS NIETO, SEVILLA | ACTUALIZADO 18.12.2015 - 11:59
zoom
Pepe Limeño en una imagen de archivo. / V. Ramírez
José Martínez Ahumada Pepe Limeño falleció a los 79 años en su casa de Sanlúcar de Barrameda, su ciudad natal, tras una larga enfermedad. El funeral tendrá lugar este sábado día 19, a las 11:00, en la Iglesia de la Caridad de Sanlúcar. 
Limeño nació en el matadero municipal de Sanlúcar el 19 de septiembre de 1936. Hijo de un modesto novillero que se anunciaba como 'Chocolate' estuvo relacionado desde niño y hasta su muerte con el mundo taurino. El diestro gaditano es un gran torero, que unía a su gran valor -su palmarés ante toros de Miura es uno de los mejores de la historia-, un toreo vertical, temple y una gran dosis técnica que le hacía entender perfectamente a todo tipo de encastes. Sin duda, ha sido uno de los toreros más importantes e injustamente tratado.

Limeño se vistió por primera vez de luces en la plaza de El Puerto de Santa María el 21 de octubre de 1950, cortando una oreja. Debutó con picadores en Sanlúcar el 10 de agosto de 1952, anunciándose como Pepito Martínez.
Sería a partir de 1954 cuando se apodaría Pepe Limeño. Comenzó su carrera de manera triunfal, abriendo de en su etapa de novillero la puerta grande de la Monumental de Las Ventas el 12 de julio de 1959. Tomó la alternativa en la Real Maestranza de Sevilla el 29 de junio de 1960, conJaime Ostos de padrino y Curro Romero de testigo. Confirmó en Las Ventas el 24 de mayo de 1962, con Diego Puerta de padrino ante toros de Pérez de San Fernando.
Su trayectoria estuvo marcada sobre todo por sus constantes y grandes éxitos en la plaza de Sevilla, abriendo en cuatro ocasiones consecutivas la Puerta del Príncipe (1968, dos en 1969 y 1970), con el mérito añadido de que en tres de ellas lo hizo ante toros de la legendaria y temible divisa de Miura y además con la marca de cortar cuatro orejas en dos ocasiones a los toros de Zahariche -en una corrida celebrada en 1969 y otra en 1970-.
El diestro sanluqueño se retiró en 1971 y volvió a retornar en dos ocasiones más para retirarse definitivamente el 16 de agosto de 1980, con 44 años de edad. Se cortó la coleta en El Puerto de Santa María el mismo día en el que dio la alternativa a su paisano Manuel Rodríguez 'El Mangui'.
Limeño, respetado y considerado un hombre afable, continuó ligado a los toros desde otras facetas. Así, fue empresario de la plaza de toros de El Puerto de Santa María los años 1987 y 1988 y hasta el final de su vida trabajó como veedor taurino, reseñando toros, en una labor campera que cumplió para la empresa Casas y que también le entusiasmaba.

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Fallece José Martínez Limeño, un triunfador ante los toros de Miura

Salió cuatro veces a hombros por la Puerta del Príncipe los años 1968, 69 y 70

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Martinez Limeño
Martinez Limeño, en su época de novillero, en Las Ventas, en 1959. / EFE

A la edad de 79 años, y tras una larga enfermedad, ha fallecido en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) su localidad natal, el torero José Martínez Ahumada, conocido en el mundo del toro como Limeño, que ha pasado a la historia por sus valerosas gestas ante las reses de la legendaria ganadería de Miura en la plaza de la Real Maestranza, de donde salió a hombros por la Puerta del Príncipe en cuatro ocasiones.
Los aficionados le han valorado su gallardía, su valor y su poderío, pero no ha ocupado ni ocupará el reconocimiento de figura que, sin duda, se ganó en el ruedo. Quizá por su reconocida humildad o por los extraños avatares de la suerte, se hablará de Limeño como un buen torero, cuando demostró en el ruedo actitud y técnica suficientes para hacerse merecedor de un hueco entre los grandes del pasado siglo.
Hijo de Chocolatero, un novillero sin fortuna, nació en el matadero de Sanlúcar el 19 de septiembre de 1936; el 21 de octubre de 1951 se vistió de luces por vez primera, anunciándose como Pepito Martínez; en julio de 1959 salió por la puerta grande de Las Ventas, y al año siguiente hizo el paseíllo en Sevilla para doctorarse como matador de toros. El padrino de la ceremonia fue Jaime Ostos, Curro Romero hizo de testigo y su primer toro perteneció a la ganadería de Galache. Dos años más tarde, el 24 de mayo de 1962, confirmó la alternativa en Madrid de manos de Diego Puerta.
Faltaba aún algún tiempo para que rompiera como torero y se convirtiera por derecho propio en predilecto de la afición sevillana, aunque la primera oreja a un toro de Miura en Sevilla la paseó en la feria de 1961.
El gran suceso acaeció en la primavera de 1968; el torero gaditano salió a hombros dos tardes por la Puerta del Príncipe, la primera de ellas ante los toros del temido hierro sevillano. Repite la hazaña en 1969, corta cuatro orejas la tarde del 20 de abril y conquista el premio al triunfador de la feria de ese año; y en la feria siguiente forma parte de un cartel que figura en los anales de la tauromaquia: toros de Miura, para Pepe Limeño, Palomo Linares y El Hencho. A todos los toros les cortaron orejas: Limeño, cuatro, y dos cada uno sus compañeros de cartel, y los tres salieron a hombros por la puerta de la gloria en una tarde apoteósica.

Once orejas

En total, Limeño cortó 11 orejas en Sevilla a toros de Miura, algo realmente extraordinario, a pesar de lo cual ni la propia Real Maestranza ni los taurinos de la época valoraron con justicia sus admirables condiciones lidiadoras. Se retiró en 1971 y reapareció en dos ocasiones, la última para dar la alternativa a su paisano Manuel Rodríguez, El Mangui, en la plaza de El Puerto de Santa María.
Cuando abandonó el traje de luces, Limeño continuó ligado al mundo de los toros como empresario y veedor. Cada año volvía a la Feria de Abril, donde solo los más veteranos recordaban las gestas de un torero grande al que la historia no le ha hecho justicia.
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ULTIMAS NOTICIAS











Las escuelas taurinas de Andalucía, expresan su mas sentido pesar por el fallecimiento del maestro Jose Martinez "LIMEÑO", que fue un gran torero y persona de una calidad excepcional. D.E.P...............................................












    domingo, 20 de diciembre de 2015


    In memoriam Pepe Limeño

    José Martinez Ahumada "Limeño", D.E.P.
    Allá por el 2010 podía haber compartido mesa, mantel y tertulia con el maestro Limeño en casa deTomás Pla y Pepe Rubio ejerciendo de maestro de ceremonias, con Adolfo Campos de director de lidia, en pleno fragor de la Setmana de Bous d'Algemesí,  de no ser por una pequeña piedra que se cruzo en mi camino y me rompiera el quinto metacarpiano del pie derecho.
    ¡Descanse en Paz, Maestro!
    Foto: Cornadas para todos

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    Zabala de la Serna

    

    PEPE LIMEÑO, EL ELEGANTE “GLADIADOR” DE MIURADAS (BY CARLOS ABELLA) 



    José Martínez Limeño nació en Sanlúcar de Barrameda el 19 de septiembre de 1936. Sus padres fueron aficionados a los toros e incluso su progenitor fue un modesto novillero que se anunciaba como Chocolate. Debutó con picadores en la plaza de Sanlúcar el 10 de agosto de 1952, anunciándose como Pepito Martínez, pues no sería hasta 1954 cuando se apodaría Pepe Limeño.

    De novillero tuvo en Sevilla buen ambiente y en Madrid la tarde de su presentación, 12 de julio de 1959, cortó una oreja de cada uno de sus novillos y en la revista El Ruedo el crítico Barico II escribió: «Buena presentación de Limeño. Es un diestro que empieza con algo primordial en todo aquel que quiere ser torero: valor»…y concluía «a sus dos novillos los toreó con mando, en ocasiones, con temple, a veces, y como mucha serenidad siempre. Puede cuajar en un buen matador de toros si perfecciona su estilo y no se deja engañar por falsas adulaciones».
    Ese éxito le sirvió para torear otras cuatro novilladas en 1960 y una en 1961, con relativa fortuna, antes de tomar la alternativa en la Real Maestranza de Sevilla el 29 de junio de 1960, con Jaime Ostos de padrino y Curro Romero de testigo. Limeño tuvo en su haber el haber cortado 14 orejas en Sevilla y haber salido cuatro veces por la Puerta del Príncipe de la Real Maestranza de Sevilla –una en 1968, dos en 1969 y otra en 1970–, lo que le convirtió en un torero de culto, porque además tres de ellas lo fueron después de matar la corrida de don Eduardo Miura. Y eso motivó que le encasillaran en la categoría de los «gladiadores», capaces de lidiar con solvencia, dignidad y hasta arte a las reses más ásperas. En total, toreó 27 corridas de Miura y ya el segundo año de alternativa, en 1961 hubo de enfrentarse a ella en Sevilla.
    Confirmó su alternativa en Las Ventas el 24 de mayo de 1962, con Diego Puerta de padrino y Paco Camino de testigo ante toros de Antonio Pérez de San Fernando, en la que sería su única corrida en la Feria de San Isidro, pues sus siguientes actuaciones en Madrid fueron en corridas celebradas fuera del abono. Hizo el paseíllo en Madrid sólo seis veces. La razón de la escasa y poco significativa presencia de tan relevante espada en Las Ventas se debió, según lo declarado por el mismo en una entrevista que hace pocos años le hizo el director de Aplausos: «Yo tenía una exclusiva con Canorea y Canorea estaba enfadado con la empresa de Madrid, con Livinio, así que me quedé sin ir a Madrid ni a las plazas del norte».
    Otra de las razones de su menguado protagonismo en el toreo de los años 60 tuvo su fundamento en la «valiente» denuncia que como torero y como hombre hizo de lo que él consideró había sido el amaño en un sorteo en una corrida en plena Feria de Sevilla en la que alternaba con El Cordobés y José Luis Parada. Este hecho le perjudicó, hasta el extremo de retirarse en plena Feria de Abril de 1971. Regresó a los ruedos en dos ocasiones, la última para darle la alternativa a su paisano El Mangui en El Puerto de Santa María, tarde en la que se cortó la coleta.
    José Martínez Limeño tenía una espléndida figura de torero. Alto, elegante, fue el arquetipo varonil de la inconfundible personalidad de un torero y ya retirado se le reconocía paseando por Sevilla, o su natal Sanlúcar. «Ahí va un torero» decía la gente con admiración. Tuvo siempre el buen corte de los toreros del llamado «rincón» gaditano, en otro tiempo inagotable cantera de toreros distinguidos como Miguelín de Algeciras, Rafael Ortega en San Fernando, Mondeño de Puerto Real, y ya no digamos de Jerez, como Rafael de Paula, Luis Parra Jerezano y más recientemente, Francisco Ruiz Miguel, Julio Vega Marismeño, José Luis Parada y Paco Ojeda.
    Torero sobrio, toreaba con elegancia y una vez fuera de los ruedos ejerció de veedor del empresario Simón Casas, desempeño que ha ejercido con gran valía hasta esta última temporada, y en el que se granjeó la admiración de cuantos viven intensamente el mundo de los toros.
    José Martínez Ahumada, ‘Limeño’ nació en Sanlúcar de Barrameda el 19 de septiembre de 1936 y murió en la misma ciudad el 18 de diciembre de 2015.
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    Fallece a los 79 años el torero gaditano José Martínez «Limeño»























    Salió cuatro veces por la Puerta del Príncipe de Sevilla
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    El matador de toros gaditano José Martínez "Limeño” ha fallecido esta madrugada en su domicilio de Sanlúcar de Barrameda, a la edad de 79 años, tras una larga enfermedad.
    Limeño nació en Sanlúcar de Barrameda el 19 de septiembre de 1936 y desde joven sintió la llamada del toreo. Rincón extraordinario donde nació y creció para ser torero, algo que tuvo muy claro José Martínez. Destacó como novillero con triunfos sonados en plazas de importancia, como Las Ventas de Madrid.










    La alternativa la tomó en la mismísima plaza de toros de Sevilla, el 29 de junio de 1960 de manos de Jaime Ostos y teniendo como testigo a Curro Romero. El toro del doctotado se llamaba «Granujullio», del hierro salmantino de Galache. Confimó tan importante alternativa en Las Ventas dos años más tarde, el 24 de mayo de 1962 siendo apadrinado por Diego Puerta
    Torero muy elegante y con gran valor, su mayor prestigio lo consiguió con trasdendentales triunfos en la plaza de toros de La Maestranza y con los toros de Miura. Salió a hombros por la Puerta del Príncipe en cuatro ocasiones, siendo el único diestro que lo ha hecho consecutivamente. Fueron en los años 1968, 1969 y 1970.










    Por problemas con el gobierno civil a causa de un amaño en un sorteo que le perjudicó, se retira en plena Feria de Abril de 1971, volviendo a reaparecer en dos ocasiones, la última de ella para darle la alterantiva a su paisano Manuel Rodríguez «El Mangui» en El Puerto de Santa María.
    Torero sobrio y elegante, de poderío, técnica y gran valor, tras su retirada nunca se apartó del mundo del toro ejerciendo funciones de empresario taurino junto a Simón Casas.

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    A los 79 años

    Fallece José Martínez 'Limeño '










    José Martínez 'Limeño' 

    El torero ha fallecido esta madrugada en Sanlúcar de Barrameda, su localidad natal, a los 79 años de edad, después de varios meses luchando contra una grave enfermedad

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